El nuevo camino sinodal por el que está pasando la Iglesia invita a poner la mirada en la diversidad de principios espirituales y de caminos de discernimiento que aportan las culturas. A ese respecto es oportuno señalar que muchos de los pueblos originarios de América, como los Aymaras, tienen una rica tradición en discernimiento comunitario. 

Dice el Evangelio de Juan que la Palabra «se hizo carne y habitó entre nosotros» (v. 14). Palabra que siempre busca encarnarse, poner su morada entre nosotros. La encíclica Evangelii Gaudium busca resaltar que esta encarnación que es siempre encarnación en una cultura, con sus riquezas, sus modos particulares e idiosincráticos. “La gracia supone la cultura, y el don de Dios se encarna en la cultura de quien lo recibe” (EG, no. 115).  

JERRYE AND ROY KLOTZ MD, CC BY-SA 3.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0, via Wikimedia Commons

Las diversidades de Pesebres que hemos visto en los tiempos de Navidad nos recuerdan la interculturalidad en la Iglesia (como el pesebre que este año pudo contemplarse en Plaza de San Pedro, por ejemplo, de origen Huancavilicano y si bien representó particularmente la fe del pueblo Chopcca, también se hizo extensivo a todos los demás pueblos del Perú). 

En ese sentido, podemos rescatar también el ejemplo del pueblo Aymara (o Aimara): un pueblo que realiza un proceso rico y sofisticado para el discernimiento. Los Aymaras son un pueblo originario de América del Sur, que habita la meseta andina que va desde el norte de la Argentina hasta el sur del Perú, pasando por el norte de Chile y el occidente de Bolivia. Su origen es complejo y no está excento de debates arqueológicos. En rigor los aimaras constituían diversos reinos, señoríos, naciones o ciudades-estado. Podemos subrayar que hay siete elementos importantes en el proceso de discernimiento que se realiza entre el pueblo Aymara. A saber: 

a) El discernimiento no es individual sino que es un proceso comunitario: no sólo es un discernimiento entre personas de la comunidad, sino también es un diálogo con los ancestros, a quienes se les consulta si lo que se hará será bueno para la comunidad. 

Source: Pixabay

En el discernimiento se integra el pasado, el presente y el futuro. Los ancestros tienen la experiencia, y siguen “vivos” en su posibilidad de iluminar los pensamientos, los sentimientos y las decisiones. No se niega o se olvida a los muertos (ni a la muerte) sino que se los incorpora a la vida. 

Luego de la consulta a los ancestros se percibe su aporte o su respuesta a través de los sueños y a través de intuiciones o «mociones» que sienten los líderes comunitarios o personas que han hecho esta consulta. 

Andrea021, CC BY-SA 3.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0, via Wikimedia Commons

b) El discernimiento busca el beneficio integral y el equilibrio: ese bien mayor que se busca tiene que beneficiar a las personas, a los ancestros y a la naturaleza. Los aymaras cuentan con un complejo sistema ritual y religioso que involucra a las personas, los espíritus y los animales. 

c) El discernimiento se da en un diálogo profundo (se dan varias vueltas sobre un mismo tema) de consulta y no hay lugar para la autosuficiencia. Esto permite rescatar pros y contras, hay consensos y disensos sobre de un tema, se busca vivirlo y sentirlo. 

La toma de decisiones involucra a “la pareja”. Muchas veces parece que es solo el hombre el que habla, sin embargo, éste consulta con su pareja y puede así cambiar una decisión.  

d) En el discernimiento hay una gran importancia de los sabios: los Yatiris, amautas y en general las personas mayores son las que orientan y ayudan en el discernimiento. 

Tuco Quispe, CC BY-SA 3.0 https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0, via Wikimedia Commons

e) También en relación con la naturaleza, en el discernimiento se suele utilizar lectura de la hoja de coca (la planta) para ver por dónde se transitará; si habrá dificultades o discordias. Todo esto se hace con el fin de estar preparados.  

f) En el discernimiento se puede pedir permiso a la tierra, dependiendo de la materia que se trate. 

g) El discernimiento lleva a un acatamiento unánime de la decisión: cuesta mucho llegar a ella, pero una vez que se hace, es una conclusión no de una persona sino de la comunidad y todos la asumen como si fuera una sola voz. Esto tiene una gran fuerza para toda la comunidad. 

Ministerio Bienes Nacionales, CC BY 2.0 https://creativecommons.org/licenses/by/2.0, via Wikimedia Commons

Como se ve, el ambiente está presente en varios de los caminos de discernimiento del pueblo Aymara. Principios que pueden ayudar también a vivir la conversión en nuestra relación con la Casa Común a la que nos invita la encíclica Laudato Si’. 

Todos estos elementos permiten sostener la idea que este pueblo originario de América del Sur ha respetado y se ha desarrollado dentro de una nutrida tradición de discernimiento comunitario generando principios de encuentro que inspiran a un verdadero espíritu sinodal. 

***** 

El presente artículo toma aportes del Segundo Reporte de 2021 del GRUPO DE CONSULTA SOBRE RELACIONES ECUMÉNICAS E INTERRELIGIOSAS sobre El Discernimiento en las Espiritualidades Indígenas y Afrodescendientes en América Latina elaborado por Felipe Jaled Ali Modad Aguilar, SJ. 

About the Author

Bruno Pazzi

Secretariat of Faith

Bruno taught Sociology at Universidad del Salvador (Buenos Aires) and Universidad Salesiana Argentina before becoming Assistant to the Secretary for the Service of the Faith of the Society of Jesus. His particular research interests are in the areas of Sociology of Education, Environmental Sociology and Drug Abuse.

View All Articles